Sostener en la actualidad la importancia de las redes sociales en la vida y el trabajo de las personas es referirse a algo obvio. Desde la masificación de la red internet, las comunicaciones y la difusión de ideas u opiniones ha tenido un cambio drástico, por la velocidad en que las mismas pueden propagarse sin control por parte de quién la emite.
Esto ha llevado en muchos casos a una suerte de confusión entre la vida privada y la pública, donde se expresan opiniones en muchos casos hirientes, injuriosas, insultantes, imputando a terceros conductas dolosas o directamente criminales, sin tapujos y menos aún pruebas. Muchas de estas publicaciones refieren a compañeros de trabajo o empleadores, lo que ha desatado importantes conflictos en el ámbito laboral.
Sobre este aspecto, el punto central ha sido determinar si el empleador está habilitado o legitimado para actuar disciplinariamente en función de las publicaciones que sus dependientes realizan en redes sociales. Si el derecho a la intimidad y a la libertad de expresión ceden ante el derecho a la libre empresa o al honor del empleador agraviado por la publicación de un dependiente.