El 26 de marzo se dio a conocer, por el BCU, el dato sobre la evolución de la actividad económica del último trimestre del 2021. Su análisis, además de dar cuenta de la evolución que tuvo el PIB en el ocaso del año recientemente finalizado, analiza la composición de esta evolución, e indaga sobre la distribución del mismo, en relación al porcentaje apropiado por el conjunto de la masa de trabajadores asalariados.
Los resultados de 2021 y las proyecciones establecidas sugieren que en 2022 podría superarse la producción media de 2019, previo a la caída de 2020. Sin embargo, aún cumpliéndose las proyecciones de empleo que presentó el gobierno para este año (que implican un incremento de 2,5% a partir de la creación neta de 40.000 puestos de trabajo respecto a 2021) bajo el supuesto de estancamiento del salario real, la masa salarial en el promedio del año todavía se ubicaría 1,5% por debajo de su nivel en 2019.
En un escenario como el proyectado, se consolidaría un deterioro en el nivel de participación en la distribución del crecimiento de las grandes mayorías nacionales, en especial de los trabajadores asalariados.